Amor primeramente a Dios, pero también a cada persona, creyente o no, al que asista fiel como al que está con nosotros por primera vez. El amor de Cristo debe ser nuestra característica más relevante.
Saber másUn deseo profundo por la salvación de las almas perdidas, con un trabajo contínuo. La predicación del Evangelio, la salvación por fe en la obra expiatoria de Cristo en la cruz, es el mensaje central de la Iglesia.
Saber másLa predicación es el medio para exhortar y animar al creyente, llevándole Palabra de Dios guiada por el Espíritu Santo para ayudarle a crecer en su vida espiritual. Esta es netamente Escritural, sin meras palabras de humana sabiduría sino aquellas que salen de la Palabra de Dios.
Saber másTodos creyente debería tener un porfundo deseo por agradar a Dios en cada aspecto de su vida, una continua aspiración por la santidad personal y un celo por apartarse del pecado. Para ello levanta principios y convicciones bajo los cuales vive, como guias y defensas que le ayudan a sí mismo a llevar una vida que agrade a Dios.
Saber másLa música debe ser santa, dedicada sólo a Dios, reverente, que exalte no la carne sino el espíritu. La alabanza no es para entretener, sino para adorar a Dios, para ehxortar al creyente y para unir y animar a la Iglesia.
Saber másSe anima al creyente a aprender la Palabra de Dios, aprendiendo versículos de memoria, leyéndola a diario, estudiándola, aprendiendo todas sus doctrinas, y conociendo cómo defender lo que cree. Además, se anima a profundizar su conocimiento asistiendo a conferencias, seminarios y estudios formales de teología. Todo estrictamente bíblico.
Saber másAnimamos a todos los creyentes a tomar tiempo de santa comunión con sus hermanos, compartiendo amenamente entre todos. Se crea un ambiente sano, santo y familiar donde Dios reina y cada miembro participa del gozo y la paz de su nueva comunidad en Cristo.
Saber másCada creyente debe estar siempre dispuesto a servir a otros, sea un hermano o no, con lo mejor de los dones que Dios le ha dado, sea dentro de la Iglesia o fuera de ella, a los ojos de los hombres o cuando nadie le ve. El servicio desinteresado y diligente es una muestra de humildad y gratitud a Dios.
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